Para organizar la distribución de la cocina, Natalia Zubizarreta analizó tanto sus necesidades como los movimientos y tareas cotidianas que realiza en ella. Las dimensiones de la estancia son reducidas, así todo se orientó a sacar el máximo partido a cada centímetro disponible, con módulos aprovechados hasta las esquinas para ganar capacidad.
Así, colocó el horno debajo de la placa de cocción, para evitar acortar la superficie de encimera con otro armario columna. También amplió las opciones de almacenaje incorporando una vitrina decorativa, un mueble especial que aporta mucha personalidad.
Por otra parte, decidió ubicar el fregadero debajo de la ventana, porque le resulta más agradable trabajar orientada a ella, e instaló un microondas oculto dentro de los armarios, para minimizar la presencia de electrodomésticos a la vista.
Fotografías de Felipe Scheffel Bell para la revista El Mueble.