Sol van Dorssen estudió Diseño de Interiores en Buenos Aires (Argentina), y pronto inició una prolífica trayectoria como estilista de decoración e interiorismo en los ámbitos editorial y publicitario. Actualmente dirige el proyecto Vestir tu casa, un servicio de decoración presencial y online que, a través de la interpretación de los gustos y estilos de los usuarios, crea espacios a su medida. También colabora con estudios de arquitectura e interiorismo, rematando sus proyectos con el estilismo o preparando la ambientación para reportajes fotográficos.
Sol es una amante de las «cosas bonitas e inspiradoras», y cree fielmente en la idea de que la vivienda es un refugio y el lugar donde más a gusto hay que sentirse. Le apasiona trabajar en casas particulares para «vestirlas» con una última capa detallista y, así, transformarlas en hogares cálidos, alegres y «de revista».
Los estilismos que plantea para cocinas persiguen fundamentalmente tres objetivos: dotarlas de vida, mostrarlas de una forma real y cercana, y aportarles un toque cálido y acogedor, especialmente cuando el diseño puede hacerlas parecer frías. Sus proyectos parten de un análisis de las tonalidades de los muebles, suelos y revestimientos de la cocina para, en base a ellos, proponer paletas de colores y materiales a aplicar en las distintas áreas. Así, concede especial relevancia a los textiles y las maderas para transmitir calidez, y opta por la disposición de plantas aromáticas cerca de ventanas o zonas de agua para lograr un toque vivo, fresco y natural.
Una de sus claves fundamentales para crear estilismos es cuidar la selección de objetos decorativos, eligiendo elementos que destaquen por su estética y, al mismo tiempo, encajen con el estilo de la cocina y la vivienda en general. En el caso de cocinas con isla, por ejemplo, dispone bodegones conformados por elementos de grandes dimensiones relacionados con el día a día. Siente predilección por las bandejas de madera ya que, además de ofrecer una amplia diversidad de tamaños y formatos, ayudan a mantener el orden y pueden enmarcar detalles más pequeños.
Si la cocina cuenta con baldas a la vista, suele recurrir a cestas que ocultan elementos que no interesa mostrar, jugando con la repetición. Por su parte, cuando la cocina se abre al comedor, incorpora elementos ajenos a la ella que ayudan a vincularla con el resto de la casa, como alfombras, sillas o taburetes tapizados, cuadros sobre baldas o en paredes, lámparas de sobremesa en la zona de la encimera, cortinas de lino en las ventanas, etc.