Controles de calidad de cocinas Santos: módulos, herrajes y encimeras
08 / 11 / 2021
Los controles de calidad sobre módulos, herrajes y encimeras resultan clave para garantizar tanto la seguridad como el correcto funcionamiento a largo plazo de la cocina. Santos realiza exhaustivos ensayos sobre estos puntos sensibles de sus muebles, siempre de acuerdo con los estándares indicados en las normas europeas y españolas. A ellos se suman pruebas ampliadas, en las que los componentes se someten a condiciones que doblan los requisitos mínimos establecidos. De esta forma, se certifica no solo que el mobiliario se mantendrá firme y bien sujeto, sino también que soportará situaciones extremas o accidentales como, por ejemplo, impactos sobre la encimera, sobrecarga de estantes y derrames de productos corrosivos.
Control de calidad de los módulos con estantes, altos y colgantes
El mobiliario con estantes suele estar sometido a un esfuerzo permanente, soportando grandes pesos durante largos periodos. Para asegurar que estos módulos no sufrirán roturas ni vuelcos, Santos realiza ensayos de sobrecarga conformes con la normativa vigente, forzando siempre los plazos de exposición más allá de lo requerido. En algunos casos, los muebles se mantienen sobrecargados durante varios meses, para estudiar en profundidad la respuesta de cada pieza a esta situación.
Las pruebas, adecuadas a las características de cada módulo, consisten en la aplicación de fuerzas en múltiples direcciones, para medir el grado de deformación del mueble y, así, certificar su estabilidad y seguridad. Además, los soportes se someten a pruebas de impacto para valorar su resistencia a fracturas que, de producirse, podrían provocar el desprendimiento accidental de los estantes.
Santos también realiza ensayos de sobrecarga a los módulos altos y colgantes, con los que se comprueba la resistencia de los mecanismos de sujeción a la pared. Estas pruebas aseguran que el colgador es adecuado para el volumen del módulo, lo que evitará posibles desprendimientos.
Control de calidad de los herrajes y mecanismos
Los tiradores, herrajes y mecanismos de apertura, cierre y freno son los componentes que más uso reciben en la cocina. Los primeros, además de facilitar el acceso al interior de los muebles, aportan valor estético al conjunto. Los herrajes, mecanismos y elementos de seguridad, a pesar de mantenerse ocultos a ojos del usuario, son en gran medida los responsables de ofrecerle una experiencia más fluida, cómoda y placentera. Todos ellos operan cada vez que se interactúa con el mobiliario, de ahí la importancia de asegurar su correcta conservación el máximo tiempo posible.
Santos realiza controles y pruebas de laboratorio a todos los componentes metálicos de sus cocinas —tiradores, bisagras, guías, tornillos, escurridores, etc.—, para garantizar su resistencia a la corrosión y el desgaste.
Prueba de resistencia a la corrosión
Las piezas metálicas se introducen en una cámara, donde se exponen a niebla salina durante ciclos de entre 24 y 100 horas. Con ello se comprueba que las muestras cumplen las especificaciones normativas referentes a la resistencia a la corrosión.
Prueba de resistencia a la abrasión y roce
Es un ensayo interno adicional realizado por Santos, en el que los tiradores metálicos se someten a la acción de una máquina que simula la abrasión y el desgaste causado por el uso diario. Esta prueba ayuda a determinar si un tirador y su acabado evolucionarán adecuadamente con el paso de los años.
Pruebas de fatiga
Todos los herrajes incluidos en el catálogo de Santos se someten a ensayos robotizados de fatiga, en los que deben soportar ciclos de apertura y cierre con muebles cargados. En estas pruebas, la marca siempre duplica el número de ciclos requeridos por la norma, para verificar que los componentes tendrán un comportamiento adecuado a lo largo de los años. Por supuesto, si un herraje no las supera, se descarta su uso.
Control de calidad de las encimeras
Las encimeras son uno de los elementos que cuentan con mayor protagonismo en la cocina, no solo por su impacto visual, sino porque de ellas depende que el usuario disponga de una superficie de trabajo cómoda para la elaborar los platos. En este caso, Santos prima factores como la resistencia y la seguridad sobre la estética, incorporando a su catálogo solo aquellos materiales que han superado unos estrictos controles de calidad.
Control de uso alimentario
El primer requisito obligatorio para una encimera es que cumpla con la normativa de uso alimentario, es decir, que resulte totalmente inocua al contacto con los alimentos. Para verificarlo, Santos ensaya los materiales en laboratorios externos cualificados, descartando aquellos que o bien incumplen la norma o bien la cumplen por la mínima.
Prueba de resistencia a alimentos y productos de limpieza
A lo largo de su vida, una encimera se verá expuesta a infinidad de ingredientes y sustancias. Para comprobar que el material ofrecerá un comportamiento y resistencia acordes a esta necesidad, se expone en laboratorio a la acción de alimentos fríos y calientes, así como al efecto de productos químicos y de limpieza.
Santos realiza estos ensayos con todas las sustancias recogidas en la normativa vigente, respetando las cantidades, concentraciones y tiempos indicados. Además, efectúa pruebas adicionales con productos no especificados como, por ejemplo, vinagre de Módena, cerveza, salsa de soja, colorantes alimentarios, artículos comerciales de limpieza, etc.
Prueba de resistencia al calor
En el día a día, es posible que una encimera se vea sometida a la acción puntual de fuentes extremas de calor. Para comprobar la reacción del material a esta situación, Santos lo somete a un ensayo de resistencia a calor seco.
La prueba consiste en colocar sobre la encimera un bloque calentado a alta temperatura, que permanecerá en la misma posición durante 20 minutos. Esto permite observar si la encimera ha quedado marcada, o ha sufrido algún tipo de alteración, debido al calor y al peso aplicado.
Prueba de resistencia al impacto
Con este ensayo se valora la resistencia del material a los golpes. Se realiza lanzando contra la muestra bolas metálicas de distintos pesos y desde diferentes alturas. Es una de las pruebas más exigentes y determinantes a la hora de seleccionar un acabado.
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