El tablero es un elemento estructural que constituye la base constructiva de los muebles, por lo que la duración de la cocina depende en gran medida de su calidad y resistencia. Los tableros utilizados por Santos deben superar exigentes pruebas de resistencia al peso, la flexión o el rayado, simulando unas condiciones de uso y desgaste equivalentes a toda la vida útil de la cocina.
En primer lugar, Santos inspecciona y analiza cuidadosamente cada lote recibido en su fábrica, comprobando que el tono y color del tablero son los correctos. A continuación, se toma una muestra para asegurar que su densidad y espesor cumplen con las tolerancias establecidas en las normas. En el caso de que un tablero no cumpla con los valores exigidos, se toma una nueva muestra de su lote para repetir los ensayos. Si los valores de estas segundas pruebas se confirman como insuficientes, todo el lote es rechazado.
Las pruebas relacionadas con las propiedades mecánicas del tablero se establecen dentro de un plan de muestreo de lotes de entrada. Estas pruebas se realizan a través de una serie de ensayos en laboratorio, orientados a confirmar que el material cumple con los parámetros requeridos en cuanto a resistencia a la flexión, tracción perpendicular, arranque superficial, arranque de tornillo y rayado.