La distribución del equipamiento se realizó atendiendo a criterios estéticos y estructurales. Solo una de las cuatro paredes admitía ambueblamiento, ya que dos de ellas presentan decoración con molduras, mientras que la cuarta está ocupada por amplios ventanales. Así, el tabique libre sirvió de base para acomodar una espectacular composición de muebles bajos, altos y columnas, todos con acabado negro, que reúne en un espacio muy compacto las zonas de preparación, fregado y electrodomésticos.
El resto de la cocina se concentra en una isla blanca, con encimera y costados revestidos en Statuario Silk de Neolith para reforzar su protagonismo. La isla reúne las áreas de cocción y preparación, más múltiples opciones de almacenaje en ambas caras: cuatro muebles bajos de apertura lateral en la exterior y, en la interior, un módulo portaplaca y un cajonero. A la isla se adosa una barra de madera, que sirve de mesa para que la familia disfrute de comidas y picoteos.