La sencillez del diseño exterior se ha trasladado a los interiores, donde las estancias se han organizado con sobriedad y elegancia para resaltar la conexión entre la vivienda y el paisaje que la rodea. Así, predominan los amplios acristalamientos que, aparte de favorecer la luminosidad, permiten disfrutar de las espectaculares vistas costeras desde cualquier punto de la vivienda.
El equipamiento y la decoración se han resuelto con elementos contemporáneos, cuidadosamente seleccionados para reforzar el carácter mediterráneo de la edificación. La paleta cromática, dominada por los tonos claros, se ha equilibrado con notas más cálidas aportadas por la madera, la piedra, los tapizados y los revestimientos porcelánicos, configurando una atmósfera serena, agradable y muy acogedora.